Introducción al Entrenamiento Canino

Consideraciones Generales para el Entrenamiento Canino

Todos los perros tienen la capacidad de aprender y, además, disfrutan complacer a sus tutores. Estas cualidades son fundamentales para moldear su comportamiento. Para lograrlo, se requiere paciencia, constancia, confianza y tiempo.



Temperamento y Entorno

Cada perro tiene una personalidad única. Incluso dentro de una misma raza —seleccionada genéticamente para resaltar ciertos rasgos físicos o conductuales— existen diferencias individuales. Su comportamiento está influido tanto por su herencia como por el entorno en el que vive y las personas con las que se relaciona.

La edad también es un factor relativo. Un cachorro de 4 meses puede comenzar con comandos básicos como aprender el significado del “no”. Un perro mayor de 6 años puede requerir más tiempo y dedicación, pero el entrenamiento sigue siendo perfectamente posible.

Recompensas y Motivación

El uso de alimentos como recompensa puede ser útil, pero debe emplearse con moderación para evitar que el perro se vuelva oportunista o dependiente del premio. El mejor refuerzo suele ser una combinación de palabras afectuosas y caricias inmediatas tras la acción deseada. Cada perro responde mejor a ciertos tipos de reconocimiento, y cada tutor puede adaptar su sistema de recompensas de acuerdo con el vínculo que haya desarrollado con su mascota.

Duración de las Sesiones

Las primeras sesiones de entrenamiento deben ser breves —unos 10 minutos— para evitar el aburrimiento o el agotamiento, tanto del perro como del tutor. A medida que se fortalece la relación y el perro adquiere mayor concentración, se puede aumentar gradualmente la duración de las prácticas.

Correcciones y Herramientas

En ocasiones puede ser necesario corregir una conducta con un tono de voz firme o un estímulo sonoro, como el golpe de un periódico enrollado contra una superficie (nunca sobre el perro). La intención no es generar miedo, sino captar su atención.

El uso de collares de corrección puede ser útil, especialmente para enseñar a caminar correctamente con correa, pero siempre debe hacerse con cuidado. Las razas grandes toleran mejor un manejo firme, mientras que las razas pequeñas suelen requerir un trato más delicado.


Cualidades del Entrenador Canino

Un buen tutor debe desarrollar tres habilidades esenciales:

  • Paciencia: Aprenderás, con el tiempo, muchas formas de no lograr una conducta antes de descubrir la que sí funciona.

  • Observación: Los perros se comunican con el cuerpo. Su comportamiento refleja su estado de ánimo, salud, necesidades o afecto. Leer estas señales permite adaptar el entrenamiento y generar un ambiente propicio para el aprendizaje.

  • Liderazgo: El perro necesita una figura clara de autoridad. Hará muchas cosas por amor, algunas por respeto, y pocas —y solo si es necesario— por temor a una corrección. Evita que actúe por ira o frustración, ya que ese tipo de aprendizaje genera reacciones impredecibles y difíciles de manejar.

Nunca permitas que tu perro asuma el liderazgo y decida lo que puede o no hacer. La falta de dirección clara puede llevar a problemas graves de conducta.


Órdenes Básicas para el Adiestramiento

1. El "No"

El primer paso para establecer límites es enseñar el significado de la palabra “no”. Debe decirse con voz firme, clara y en el momento preciso. Se puede acompañar de un sonido que genere incomodidad leve (como un “shh” enérgico o un golpe de periódico sobre una mesa), pero nunca debe causar angustia.

Cuando el perro entienda esta palabra, podrás frenar comportamientos indeseados con una sola orden.


2. Sentado

Para enseñar esta orden:

  1. Di “sentado” con voz firme mientras aplicas una ligera presión sobre la cadera del perro para llevarlo a la posición.

  2. Una vez sentado, refuerza con elogios verbales y caricias.

  3. Observa cuánto tiempo permanece en esa posición. Si intenta levantarse, repite “no” y vuelve a colocarlo sentado.

  4. Repite el proceso hasta que asocie el comando con la acción.

  5. Cuando empiece a obedecer sin ayuda física, aléjate gradualmente. Si se levanta, corrige con un “no” y vuelve a ubicarlo.

  6. El objetivo es que el perro permanezca sentado sin importar el tiempo ni la distancia entre ustedes.


3. Ven

Una vez que el perro entiende la orden “sentado”, puedes comenzar con “ven”:

  1. Desde la posición sentado, aléjate a una distancia corta, agáchate un poco y da la orden: “¡ven!” con una palmada.

  2. Refuerza con entusiasmo si duda en acercarse. Cuando lo haga, felicítalo y acarícialo.

  3. Repite el ejercicio, aumentando poco a poco la distancia.

  4. Combina con “no” y “sentado” si se levanta sin ser llamado.


4. Avanza y Quieto

Estas órdenes son útiles para paseos con correa:

  • Avanza: camina junto al perro mientras repites la orden.

  • Quieto: detente y da un pequeño tirón suave pero firme de la correa mientras pronuncias la orden.

Con la práctica, el perro aprenderá a sincronizar su paso contigo y detenerse cuando tú lo hagas.


Conclusión

A partir de estos comandos básicos, puedes avanzar hacia enseñanzas más complejas, adaptadas a tus necesidades y las capacidades de tu perro. El progreso dependerá directamente de tu dedicación, constancia y empatía como guía. Tu perro, por su parte, siempre estará dispuesto a aprender y a sorprenderte con su inteligencia.

Mucha suerte.

Este video es un buen ejemplo de como practicar. Espero les sirva.




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